jueves, mayo 18, 2006

Esos  descerebrados

Que me perdonen los del Barcelona si me leen, pero hay que joderse cuánto gilipollas hay suelto por el mundo. Ayer ganó la Copa de Europa el Barça, lo que llevó aparejado un sinfín de celebraciones a lo largo y ancho de la geografía de este país. Incluso aquí, en Canarias. El caso es que yo llegué muerto del trabajo, a eso de las 00:30, después de un largo día -largo, largo de verdad-. Cené tarde, a eso de la 01:00 de la madrugada; me pegué una duchita y me fui a la cama. Y aquí es donde hacen su aparición los descerebrados a los que alude el título del post, porque unos 6 o 7 hinchas del equipo culé se dedicaron a gritar bajo mi ventana las loas y méritos de su adorado equipo, acompañándo sus glosas con una corneta, cuerno o como se llame. ¡¡Qué hijos de puta!! Salí y les dije que si consideraban normal tocar la corneta de los cojones -y los cojones mismos- a esas horas. "Si ha ganado el Barça, si"- contestaron, seguidos de gritos de "Campeoooooooooooones, campeooooooooooooones, oeoeoeeeeeeeee..." Como si les hubiera tocado el gordo a ellos, vamos. Se nota que no tenían que trabajar al día siguiente; y que no les importaba que hubiera nichos dormidos; o gente mayor enferma (como es el caso de mi vecina, la pobre, aunque, claro está, eso no tenían por qué saberlo, me dirá más de uno...). En fin, que me parece muy bien que uno se alegre porque a su equipo le va bien, gana títulos, marca goles, etc. Pero de ahí a montar esa fiesta en las que en algunos sitios les da por quemar coches, volcar contenedores o tocar cornetas a las 3 de la mañana, me parece excesivo. Que todos hemos sido jóvenes y tal, vale. Pero que eso nunca me otorgó una bula especial para armar follón, mear en la calle, tirar vasos, volcar cubos de basura o gritar "ahí te pudras" a nadie. 
Y es que, si en este país, sólo estos acontecimientos hacen que se movilice la gente, entonces lo mismo hay que empezar a preocuparse. Que en otros sitios esas manifestaciones se montan para pedir un contrato digno, coño.

Pues ahí queda eso.