

Ahora (¡¡a buenas horas, mangas verdes!!) ha llegado a mis manos una obra de Beto Hernández: Palomar (gracias a Yaiza, por el regalo). Se trata de una obra llena de pequeñas historias, con personajes que parecen salidos de los mundos de realismo mágico de García Márquez o Isabel Allende, que atrapan al lector y le hacen querer saber más de ellos. Por eso me acerqué a la librería y busqué más cosas de Beto. Y me hice con lo que sería la primera parte de Palomar: Río Veneno. En el vemos a Luba, personaje clave de toda la saga, una mujer de las que quitan el hipo tanto por su físico como por su carácter. Y es difícil no caer rendido a sus pies... He tardado esos mil años a los que hacía referencia al principio, pero más vale tarde que nunca.
Un saludo o siete...
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